Street art, espacio temporal y rituales efímeros

by lenys lópez taborda
La ciudad y la cuestión urbana, ha sido abordada desde varios enfoques y estos ha cambiado a lo largo del tiempo, ha sido definida tanto en criterios de oposición de lo urbano a lo rural, geográficos – espaciales, históricos – territoriales, industriales. En tanto, el acercamiento que hare a la ciudad, me inclinare a pensarla, como un lugar que habitar y para ser imaginado(1), ya que “las ciudades se construyen con casas, parques, calles autopistas y señales de tránsito. Pero las ciudades se configuran también con imágenes”(2) , la ciudad que intento abordar se presenta como un lugar, donde nos encontramos con textos e imágenes dispersas por los recorridos, mensajes transmitidos por diversos soportes, un stock inagotable de imágenes, en el cual encontramos lenguajes visuales oficiales y no oficiales, en donde cada forma de comunicación tiene una intención especifica, lugar en el que se establece una comunicación con ciertos códigos, imágenes y estrategias, yuxtaponiéndose en un lugar varios espacios que podrían ser incompatibles, a lo que Foucault se refiere como heterotopía, uno de los ejemplos que él precisa para ilustrar esto, es el teatro como un heterotopía, donde en el rectángulo del escenario se suceden toda una serie de lugares incompatibles(3); este ejemplo sirve para ilustrar precisamente lo que sucede en la ciudad, espacios diferentes, ligados a cortes singulares de tiempo, que enlazan con las heterocronias, Foucault las precisa en la sociedad como heterotopías del tiempo. 

En relación a la ciudad, esta sería una heterotopía donde se presentan lugares específicos, como en el escaparate, el cartel, el afiche, intervenciones de arte urbano, lugares donde se establece comunicación y que hacen de la ciudad espacios imaginados. Convirtiéndose así, la ciudad, en un objeto de estudio para la investigación de lo social y para los estudios comunicacionales, en relación a la construcción de significaciones en lo urbano. 

Desde los estudios comunicacionales en torno a la ciudad, se han planteado varios lugares para pensarla; la ciudad como espacio de comunicación, poéticas y estéticas de la ciudad y la ciudad postmoderna. Aquí además de pensar la ciudad como un escenario dado a la comunicación, me propongo abordarla como una construcción, vinculada a procesos permanentes, simbólicos y de límites continuamente redefinibles. Conjuntamente implica el reconocimiento de procesos estratégicos de los sujetos, en tanto a las relaciones con los otros y con el espacio, a la toma de decisiones, a las interferencias, dándose así, varias posibilidades de sentido, que conllevan a efectos de dimensiones políticas y culturales. 

Estas estrategias, tienen que ver con la construcción simbólica de la ciudad, en relación al espacio, dado que el espacio que se percibe también es un constructo, donde un concepto esencial es el de visibilidad, ya que políticamente, la ciudad es un lugar de aparición, tomo aquí el concepto de esfera pública de Hannah Arent, lo público, es lo que es propio del mundo común a todos, lo que es público puede ser visto y oído por todos, la huella humana se inscribe en la esfera pública, en una realidad que”...radica en la simultanea presencia de innumerables perspectivas y aspectos en los que se presenta el mundo común...”, la idea de múltiples perspectivas, implica pluralismo, encuentro, y ofrece la posibilidad de pensar en la ciudad, huellas del discurso y la acción de los sujetos, así como la presencia de formas de comunicación y construcción a partir de nuevas posibilidades de visibilidad y de invisibilidad en el espacio urbano. 

Dentro de estas posibilidades de visibilidad y de invisibilidad, de encuentro y de intercambio, juega un papel importante el uso de lo estético en el espacio público, “a finales del siglo XX se asiste a una nueva etapa del desarrollo de todo lo referente a la estética urbana y la aparición de nuevos agentes sociales: como puede ser el escritor de graffiti, el artista de calle o el activista contracultural”(4), los cuales intervienen física y simbólicamente en la configuración de la ciudad, desde un enfoque no programado por la administración pública, siendo un reflejo de la pluralidad de visiones en la construcción de los imaginarios urbanos. 

Convirtiéndose así, este tipo de estrategias en el espacio urbano, en un contrapunto a las estructuras formales de control, a la publicidad comercial y a la agresividad con que ataca a los consumidores, en donde incesantemente se encuentran interpelados, y que implica un constante proceso de desciframiento y reconocimiento, un sobredimensionamiento de sentido ante la superabundancia de acontecimientos(5) que encontramos en los recorridos de la ciudad. En donde la lógica del cambio, de la indeterminación, del desplazamiento que caracteriza a la figuración de lo urbano, formar parte de las prácticas artísticas que toman este contexto, en el cual se da la posibilidad de transmitir experiencias, en un espacio temporal, que responden a preocupaciones que fundan conductas estéticas, más que por obras(6), siendo así el cuerpo del artista urbano y estas conductas estéticas, rituales efímeros dentro del contexto de la ciudad. Este tipo de prácticas, que se desarrollan en contexto real, como es el street art, proponen invadir el espacio cotidiano, redefiniendo las relaciones con el espacio a través de las imágenes, de una cierta interferencia en los recorridos e itinerarios de la colectividad, donde la obra estalla “en sus componentes, el material... la actitud artística, el cuerpo del artista, el medio de existencia, las condiciones sociales de recepción...”(7), y que se cimienta en la movilización y circulación de imágenes y del cuerpo del artista; “desplazarse por la ciudad es entonces una de las apuestas del artista moderno”(8)

Lo cual refleja la influencia de los situacionistas, la deambulación urbana, el ir a la deriva, como señala Ardenne en relación al arte contextual, al arte que se desarrolla en contexto real, y que implica acción; señala que plantea “un espacio por descubrir.. la doble disposición de la aventura y la indecisión, que cual anima a numerosas deambulaciones del artista por la ciudad...”, así, el concepto de situación construida y psicogeografía desarrollados por Guy Debord, la invitación a la apropiación del espacio urbano en vinculación a una práctica activa, son ideas que se extienden actualmente, en las diferentes maneras que el street art, entiende y genera situaciones temporales, de intervención en lo urbano, con el fin de cambiar la estética del paisaje callejero. 

Transformaciones, que se dan en un espacio donde convergen una gran cantidad de personas, donde se desarrolla y se vive el sentido de lo público, lugar de la diversidad y del encuentro, lugar de consumo de signos, que se configura como un vasto espacio narrativo, lugar y medio para el arte. Llegando a producirse ocupaciones temporales donde se desarrollan modos de relaciones particulares y no convencionales, acercándose así la ciudad contemporánea, al término de post-it city, “el espacio público es, aun antes que un ámbito codificado, un conjunto de comportamientos que cristalizan en un lugar...”(9). Giovanni, La Varra; a través de la idea de post-it city, hace referencia una nueva red de espacios que son utilizados colectivamente, de una forma cambiante, ocasional, mudable, los cuales son espacios residuales que se activan por la presencia simultánea, donde se desarrollan proyectos colectivos, no institucionalizados; “la ciudad contemporánea está ocupada temporalmente por comportamientos que no dejan rastros – como tampoco los dejan los post-it en los libros- que aparecen y desaparecen de modo recurrente..”(10). Dentro de esta definición de La Varra, las intervenciones en contexto urbano, serian este texto que circula por la ciudad, adaptaciones rápidas y ligeras, estableciendo vínculos con los lugares ocupados, para luego desaparecer y ocupar nuevos territorios. 

(1) García Canclini Néstor, imaginarios urbanos. Eudeba editorial, buenos aires, 1999
(2) Ibíd.
(3) Foucault Michael, Utopías y heterotopías. Traducción de conferencias radiofónicas de 1966, en France-Culture, en el marco de una serie de emisiones dedicadas a la relación entre utopía y literatura. Traducción Rodrigo García. Revista Fractal.
(4) Figueroa-Saavedra, Fernando. Estética popular y espacio urbano: el papel del graffiti, la grafica y las intervenciones de calle en la configuración de la personalidad del barrio. Revista de dialectología y tradiciones populares, 2007, enero – julio, vol. LXII, n. 1, pág. 111-144
(5) Augé, Marc, Los no lugares, espacios del anonimato, una antropología de la sobremodernidad, 2008, Editorial Gedisa, Barcelona
(6) Michaud, Ives. El arte en estado gaseoso, ensayo sobre el triunfo de la estética, Bouhellec Guyomar – México, 2007, Fondo de cultura económica
(7) Ibíd.
(8) Ardenne, Paul. Un arte contextual, creación artística en medio urbano, en situación, de intervención, de participación, 2002,cendeac, Murcia
(9) La Varra, Giovanni. Post-it city, el último espacio público de la ciudad contemporánea (www.ciutatsocasionals.net/textos/textosprincipalcast/lavarracataleg.htm)
(10) Ibíd.

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